sábado, 19 de febrero de 2011

La mecánica del corazón.

-¿Sabes? Cuando estaba enamorado no paraba de inventar cosas. Una montaña entera de artificios, ilusiones y trucos, para divertir a mi novia. Cre que al final se hartó de mis historias fantásticas -dice, con el bigote a media asta-. Incluso pensé en crear un viaje a la luna sólo para ella, pero lo que debería haberle regalado es un viaje real por la tierra. Pedir su mano, regalarle un anillo, buscar una casa más habitable que mi viejo taller, no lo sé...-dice suspirando-. Un día, corté unas planchas de esa estantería, luego les fijé unas ruedecillas recicladas de una camilla, para que fuéramos los dos a patinar bajo el claro de la luna, pero ella no quiso subirse. Y tuve que arreglar de nuevo las estanterías. El amor no es fácil todos los días, el amor...pequeño -repite pensativo-. ¡Pero tú y yo sí que vamos a subirnos a esas planchas! ¡Recorreremos media Europa en nuestras planchas con ruedas!
-Pero imagino que también iremos en tren...Porque, a decir verdad, ando un pojo ajustado de tiempo.
-¿Asustado del tiempo?
-También.

sábado, 12 de febrero de 2011

Los fotógrafos cuentan.


Un día, dos personas de metro y medio decidieron viajar pocos kilómetros para ver mundo.
Cogieron un tren, con unas vistas bastante bonitas, aún así no sabían donde sentarse.

¿Y el resultado? Ir a una ciudad dónde hay más tontos que feos, y que lo mejor y lo peor que allí había era la locura.


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viernes, 11 de febrero de 2011

Hay días en los que no debiste haberte levantado.

Exactamente. Es como una película, totalmente igual. Tengo la típica vida adolescente sentimental de una chica que viaja todos los días al mismo sitio y a ninguna parte. En mi cabeza suena Mardy Bum y Fluorescent adolescent de los Arctic Monkeys, suena de Script, My Chemical Romance, Three days Grace y muchos grupos más motivadores. Me levanto, me visto y me empiezo a fustrar en el día aburrido que me va a esperar. Aguantar a todos los profesores y esas clases de sociales y francés en las que las horas no pasan y no aprendes nada a noser que leas los libros. Sale el sol, aún es invierno y tengo mucho calor. Quizás sea por algún skater, quizás por el calentamiento global o lo más probable; llevo un abrigo extragrande de cotton. Aún sigo aquí, sentada, pensando en ir a Mieres o comerme un McFlurry, pienso en el verano que llegará en breves. Pienso en lo que me rodea, aquí sentada en una parada en la que aún quedan 10 minutos para que llegue el autobús de camino al instituto.