La ventana está abierta, para que entren moscas. Cuando te dije que todo había cambiado no iba enserio, la palabra todo la hemos tirado al váter para no verla, al igual que las milquinientas veces que tiramos nuestra vida con ella para no sacarla hasta el día siguiente.
Algunos de mis vecinos blasfeman a Diós, para ver si se entera de algo allí arriba, pero no parece haber señal alguna.
Quiero empezar de nuevo esta hora, y recurro a la ventana, quiero pegar a alguien y vomitarme. Que se pudra la sensación de no saber que decir, la vida no está hecha para vivirla por la mañana. Empiezo de nuevo a explicarte que me pasa, y entremezclo los temas del asunto, para que nadie se entere de nada.
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