Te vas a acabar dando cuenta que la vida que tienes no es tan buena como uno cree. Por desgracia. Los problemas van y vienen, y la felicidad no suele durar mucho. Las cosas antes eran peores. Eran horripilantes. No tenías dignidad, ni personalidad. No sabías como resolver tus problemas, ni tampoco sabías llorar. Te escondías en tu habitación, con tu música. Pero incluso así te sentías insegura. Sabías que fuera, en el mundo, tenías la vida perdida sin rumbo. No sabías que ropa ponerte, ni como responder a la gente. Tu pelo estaba encardado, al igual que tu alma, y en tu camino a casa siempre tropezabas con las piedras. Tus peluches estaban sucios, y tus libretas mojadas. Apenas tenías amigos, y el chico que te gustaba es el más popular, al contrario que lo era tú. Tenías el cero fijo en educación física, y la gente te miraba por encima del hombro. Escupías al reir, y abrías los ojos al estornudar. Eras rara. Tenías una mala vida. Pero eso era antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario